jueves, 4 de abril de 2019

Hora del cuento


¡Hora del cuento!
Buenas a todos de nuevo, en este caso mi entrada al blog va a tratar sobre mi experiencia realizada en clase, Irune nos propuso realizar un taller de lectura para trabajar las diferentes estrategias posibles a la hora de trabajar un libro en las aulas.
Antes de comenzar con esta actividad es necesario conocer las diferentes estrategias que podemos utilizar, ya que de esto depende que podamos crear el clima que buscamos. Los niños al principio no tienen demasiada capacidad de atención por lo que en nuestra mano esta el hecho de conseguir retenerla el tiempo necesario para que puedan disfrutar de la historia sin llegar a aburrirse.
La interactuación es fundamental para conseguir retener su atención, además de meterles en la historia y comprobar lo que han comprendido.
La interactuación se puede realizar durante la lectura/ narración o al final del cuento, es importante no realizar preguntas con la respuesta ya hecha, si no preguntas para saber lo que ellos mismos por sí solos han entendido. No debemos pretender que hayan entendido la historia como nosotros queremos que la entiendan.
Dentro de las posibles estrategias podemos decantarnos por la lectura o por la narración, esta última permite un mayor margen y un mayor poder de atraer la atención de los oyentes, ya que con la narración podemos utilizar nuestras propias palabras, enfatizar más en unas cosas o resumir otras, el poder llevar el cuento a nuestro terreno nos da más libertad para expresarnos o incluso para improvisar ciertas cosas, con la lectura del cuento nos limitamos al texto del libro.
El cuentacuentos es sin lugar a duda la estrategia que más nos permite improvisar y decidir el ritmo de la historia, ya que al no utilizar imágenes somos nosotros mismos los que con nuestra imaginación y capacidad de comunicar podemos hacernos con el público.

Texto elegido: El cuento que he decidido narrar es “Cuéntame algo alegre antes de ir a dormir” de Joyce Dunbar – Debi Gliori

Resultado de imagen de cuentame algo bonito antes de ir a dormir
Edad: 3-4 años, en esta edad ya comienzan los miedos a la hora de ir a dormir, monstruos, oscuridad y demás factores comienzan a crear en los pequeños una inquietud a la hora de ir a dormir, por eso decidí que sería un buen cuento ya que el tema principal que trata es el miedo a la hora de ir a dormir.

Estrategias: Ya que es un libro con unas ilustraciones maravillosas, decidí optar por la narración para enfocar más la atención en las imágenes y narrarlo con mis palabras, enfatizando en lo que yo creía más importante de cada página.

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Preparación: Lo leí unas tres veces en casa, no hice una preparación especial, simplemente traté de retener las cosas más importantes para que cuando lo fuera narrando pudiera centrarme en las imágenes y no en el texto.

Sensaciones: La primera vez que lo leí me sentí bastante cómoda ya que lo hice delante de Yael y María con las que tengo mucha confianza y esto hacía que no sintiera nervios, ellas me dijeron que les había gustado como lo había narrado, sin embargo me recomendaron, que si lo hacía para la edad que había elegido, lo resumiera más porque quizás se haría demasiado largo y perdería la atención de los niños, en cambio si lo narraba a niños más mayores (4 a 6) lo dejara como lo había hecho.
 Yael leyó “¿Y los monstruos?”,me gustó mucho el libro, tiene unas imágenes llamativas y además resulta muy divertido, el tema que trata es similar al mío, el miedo a la hora de dormir.
 Cristina leyó “Por cuatro esquinitas de nada”, es un libro que ya conocía y me parece fundamental que todos los maestros lo tengamos ya que es un libro muy sencillo, pero con un mensaje importantísimo, la inclusión.
La segunda vez que lo conté, traté de seguir el consejo que me dieron mis compañeras, a pesar de ello me costó porque al final acabé contándolo con mis palabras y alargándolo bastante, mis compañeras de esta ronda eran María y Marta ellas me sugirieron al igual que el primer grupo que ajustara más la edad, pero que no veía mal que lo contara improvisando, sino todo lo contrario destacaron que le hubiera dado mi toque.
María leyó “Arturo y las manzanas”, me pareció un libro precioso que centra la atención en sus coloridas y bonitas imágenes y deja a un lado el texto sencillo pero conciso.
Marta narró “Un regalo diferente”, un libro que ya conocía gracias a la actividad que hicimos sobre el análisis de un libro. Ya me gusto cuando leí el análisis que hizo Yael, pero más aún al poder ojear sus páginas, lo que más destacaría de él es el valor que dan a algo tan pequeño como un pedacito de tela y al juego visual que usan escondiendo al personaje del final.


Conclusión
Como conclusión pienso que la aplicación de mi estrategia fue correcta, ya que mis compañeras consideraron que era una buena elección por lo vistoso de las ilustraciones, también vieron como positivo el hecho de llevarlo un poco a mi terreno, a pesar de esto también he podido sacar como aprendizaje que debo de ajustar correctamente la edad para evitar que a los alumnos les resulte muy largo y pierdan el interés por la historia.
En cuanto al taller pienso que, a pesar de que ya había trabajado libros en las aulas, el hecho de conocer las diferentes estrategias y de tener un público adulto que puede corregir y sugerir mejoras siempre es beneficioso. Además de esto, poder rotar y contarlo a diferentes personas puede ayudarte a ver distintos puntos de vista que no habrías contemplado anteriormente. También destacaría del taller el hecho de conocer diferentes cuentos que puedan servirme en un futuro en las aulas. Este tipo de actividades también nos permiten conocernos más entre compañeros y ayudarnos entre nosotros.
En definitiva, considero que este tipo de actividades nos beneficia muchísimo a los estudiantes, para poder formarnos de una manera más práctica de cara a nuestro futuro como maestros.


Bibliografía